viernes, 17 de abril de 2009

Antagonistas opioides y consumo de alcohol


El alcoholismo se considera una enfermedad crónica, progresiva y a menudo mortal; es un trastorno primario y no un síntoma o signo de otras enfermedades. Con el fin de evitar o reducir el consumo de alcohol se han utilizado diferentes estrategias farmacológicas; entre ellas, el tratamiento con antagonistas opioides ha tenido resultados satisfactorios. El objetivo del presente trabajo es mostrar evidencia experimental de la acción de diferentes antagonistas opioides sobre el consumo de alcohol con base en la especificidad sobre sus receptores en diferentes estrategias farmacológicas. Desarrollo. El consumo del alcohol incrementa la liberación de opioides endógenos; por lo tanto, el bloqueo de receptores opioides aparentemente reduce las propiedades reforzantes del alcohol. Con esta base, los antagonistas opioides inespecíficos más utilizados en clínica son la naloxona y la naltrexona, que se unen con diferente afinidad a los receptores mu, delta y kappa. Con el fin de deslindar la participación de estos receptores opioides en el uso y abuso del alcohol, se han estudiado antagonistas específicos para cada uno de estos receptores. A pesar de cierta inconsistencia en los resultados, los estudios en este sentido sugieren que los receptores delta y particularmente los mu tienen una participación preponderante en la modulación de la ingesta de alcohol. Conclusión. Hay suficiente evidencia de que el sistema opioide desempeña un papel importante en la dependencia del alcohol, pero es necesario analizar integralmente los diferentes sistemas neuroquímicos para entender los mecanismos neurofisiológicos subyacentes a la adicción al alcohol.

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